Una familia negó estar vinculada con el intento de secuestro de una policía
Las sospechas recayeron sobre los Sepúlveda luego de que la denunciante reconociera a su utilitario. Ellos dan su testimonio y piden que la Policía les devuelva el vehículo que es su herramienta de trabajo.
La familia Sepúlveda se dedica a la realización de eventos deportivos, casamientos y cumpleaños desde hace 14 años y sienten que su prestigio comercial está en juego, luego de la denuncia por intento de secuestro, radicada el sábado.
La traffic era conducida por tres personas, la madre de uno de ellos, Claudia Aguilar, se comunicó con elchorrillero.com, para dar su versión de los hechos:
“Cada vez que el furgón se mueve me avisan, esa noche mi hijo mayor, Martín, salió alrededor de la una de la madrugada, a comprar cerveza, pasó por el hospital y giró”, en ese momento la Sprinter Mercedes Benz color blanca fue registrada por las cámaras de seguridad.
“La imagen que captaron es la de mi camioneta, yo la reconozco”, explicó la mujer, inmediatamente después sostuvo que “la denunciante dice que reconoció mi vehículo, pero luego no identificó a mi hijo, eso me llamó muchísimo la atención”.
Efectivos policiales realizaron un operativo cerrojo, el sábado al mediodía, en el barrio Uocra, en el que detuvieron al esposo de Aguilar, Alberto Sepúlveda, y le secuestraron el automóvil.
Luego de la averiguación de antecedentes Sepúlveda fue puesto en libertad, pero el utilitario sigue retenido.
“A mi marido no le dieron tiempo de hablar, lo pusieron contra un portón y uno de los efectivos le sacó una foto, al ratito la imagen ya estaba en la red”, expuso Aguilar.
Además, consideró que “al no tener la Sprinter estamos teniendo grandes pérdidas económicas, además, del daño moral que nos están ocasionando”.
Aguilar se defendió al decir que “hace diez años que vivimos en La Punta, todo el mundo conoce nuestro vehículo y nuestro domicilio, pasamos alrededor de seis veces por día por las puertas de la Comisaría 37°”, donde trabaja la denunciante.
La madre de Martín evaluó que, si la mujer hubiera reconocido el furgón, “debería haber recurrido a nuestro hogar, saben muy bien quiénes somos y dónde vivimos”.
Por último, contempló la denuncia y reflexionó: “Ella dice que se escuchaba música a todo volumen, sin embargo, por un problema técnico el sonido de la correa y el motor es lo único que se escucha en la Sprinter”.